Si eres propietario o gerente de un supermercado tan solo queremos hacerte una pregunta:
¿Cada m2 que pagas de área de negocio lo quieres dedicar a las materias primas que vendes o al “coleccionismo” de basuras? El espacio de trabajo es también un concepto al que se le debe exigir rentabilidad.
Desde el supermercado de barrio a centros de distribución comercial a gran escala generan enormes volúmenes de residuos, que integran todas las tipologías de materiales. Estos no solo pueden ocupar mucho espacio en una instalación, sino que también requieren un trabajo recurrente. Para ayudar a tratar y neutralizar mejor los embalajes en el sitio donde se generan, muchos propietarios de negocios que han desarrollado un plan de gestión de sus desechos eligen la compactación como la forma de enfrentarse a estos problemas.
Ejercicio de observación:
En el espacio que ocupa una prensa vertical LCC V5 – 87 · 65,5 cm – una persona puede cargar, sin necesidad de desmontaje, más de 150 cajas de cartón y convertirlo, en poco más de 5 minutos, en una bala compactada con unas dimensiones de 700 · 750 · 500 mm, lista para el transporte. Ahora imagina todo el espacio que supone las cajas desplegadas y el tiempo que debes dedicar para apilarlas. Sorprendente, ¿verdad?
Porque plantearse la gestión manipulando manualmente todo este material es una tarea insostenible; tan incoherente como ocupar y convertir los muelles de carga o las zonas de almacenaje en auténticas galerías de desechos, con baterías de jaulas desbordadas o multitud de contenedores repletos.
¿Cómo optimizar el tratamiento de desechos en los supermercados?
Todos los supermercados se enfrentan a nuevos escenarios comerciales. La viabilidad de su actividad pasa por la modernización en su forma de interactuar con sus clientes, la inversión en webs, en sistemas de ecommerce, en servicios logísticos que permiten entregas en destino cada vez más eficientes y rápidas…; pero también en la mejora de la gestión de todo el material residual que proviene del packaging de sus productos. Ya no sirve el modelo obsoleto de acumular en la parte trasera jaulas con desechos, ni dejar a la vista pública las basuras a la espera de su retirada. No es rentable, ni ambientalmente respetuoso. Un supermercado con visión de futuro se apunta a la compactación.
El uso de las prensas compactadoras y enfardadoras de residuos LCC ha permitido a cientos de supermercados modificar el concepto de trabajo con los embalajes. Se elimina el desmontaje manual de los envases, se facilita la tarea de clasificación y categorización del material, se disminuye el volumen aplicando la fuerza hasta obtener balas y fardos de cartón o plástico de sencillo manejo, se eliminan los contenedores, se restringe el número de transportes de evacuación… Compactar se convierte en AHORRAR, en todos y cada uno de los factores que intervienen.
LEANcompacting, el engranaje de la logística inversa
Incluso en la actualidad, cuando en la contabilidad del tratamiento de residuos se ha incluido una variable indeseada, la aplicación de estrategias de LEANcompacting tienen la misma validez. Los costes de los gestores de residuos encargados de la retirada del subproducto se han disparado. Durante años el valor comercial del cartón y del plástico desechado suponía un retorno al comercio, que permitía, al menos equilibraba, la cuantía que representaba la retirada de las basuras. En los últimos años, la caída del precio de estos materiales ha
incrementado la factura por la retirada de los desechos reciclables.
La integración de los sistemas de compactación de residuos en la cadena logística de cada supermercado, y en especial en el desarrollo de la logística inversa, se ha mostrado como inequívocamente valiosos. La retirada de los envases y embalajes, previamente prensados con nuestros equipos, utilizando el retorno de los transportes de suministros, es parte del éxito en la planificación de los recursos de los supermercados.
Racionalizar cada transporte propio, utilizando al máximo su capacidad de carga con desechos firmemente enfardados, supone un importante ahorro económico. Aún más si se trata de una cadena de centros. Si a esto se le añade el descenso en la huella de carbono de tu actividad la ecuación se completa.
Limpieza, higiene, orden y mejorar imagen de los supermercados, junto a mejorar la cuenta de resultados, es una muestra de los beneficios que Lean Compacting Company proporciona a sus clientes.